Tras la muerte de su padre Azoun IV luchando contra el dragón Nalavarozhatoryl, el Dragón Diabólico, y la muerte de su hermana, Tanalasta, luchando contra las ghaznezh, el único heredero que quedó fue Azoun V, un recién nacido hijo de Tanalasta. La encargada de asumir la regencia fue Alusair Nacacia Obarskyr, la hija menor de Azoun y apodada la Regente de Acero de Cormyr.

Tras ganarse sus primeros reconocimientos por sus acciones durante la Cruzada contra la Horda Tuigana, Alusair se dedicó a luchar en las Tierras Pétreas acompañada por algunos hijos de familias nobles que le dieron el apodo de la Princesa de Acero. Alusair desde siempre se ha sentido más a gusto en el campo de la batalla que en la vida de la Corte.

Su principal objetivo es recuperar a Cormyr de las numerosas heridas que ha dejado la lucha contra Nalavarozhatoryl y los umbrinos. Su objetivo es ir poco a poco recuperando y reconstruyendo las zonas devastadas por la guerra, aunque en el caso de Tilverton no sabe muy bien que hacer. Además evita que tanto Sembia como Puerta del Oeste consigan posiciones estables dentro de su territorio, rechazando cualquier intento por su parte de controlar o interferir en la política de Cormyr. Además, mira con recelo cualquier movimiento de los umbrinos.

Alusair se muestra fría, clara y precisa en las relaciones diplomáticas, además cuenta con el asesoramiento de la Caladnei y Filferil que junto con su experiencia en el campo de batalla le permiten no quedarse atrás en las intrigas cortesanas. Su objetivo en ultima instancia es dejar el país entero y próspero para el próximo Azoun que lo tenga que gobernar.