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Clases de prestigio

El rugir de la batalla, los gritos de los moribundos, el aullar del grito de un combatiente... estas son todas las notas de la musica que compone el cantor de guerrra. Esta música fluye a través del campo de batalla como un torrente furioso, atrapando a su paso por igual a amigos y enemigos. Los...

Clases de prestigio

El cambiante no tiene una forma que pueda llamar propia. En su lugar, se viste con cualquier figura que le resulte útil en ese momento. Mientras que otros basan sus identidades principalmente en su forma externa, el cambiante se acerca a su verdadero ser mediante todas sus transformaciones. Por...

Clases de prestigio

Sobre una colina verde en las afueras de la capital de Furyondia, Chendl, se divisa una mansión blanca e inmensa rodeada de establos y fortificaciones. La mayoría de los civiles que pasan por allí creen que pertenece a algún rico señor, pero unos ojos militares bien entrenados se dan cuenta de que...

Clases de prestigio

Practicantes sin igual del engaño, los espías maestros confían en el engaño y las trampas sobre el músculo y los conjuros. Un espía maestro es un experto en métodos mágicos y no mágicos de evitar la detección y de reflejos rápidos cuando toca improvisar. Los espías maestros pueden servir a países o...

Clases de prestigio

Los eruditos elementales estudian los fundamentos de la existencia (aire, tierra, fuego y agua) aprendiendo a sacar partido de sus poderes. Al final trascienden sus formas mortales y se convierten en seres elementales. La mayoría de eruditos elementales empiezan como magos, aunque tampoco es raro...

Clases de prestigio

Como algunas de las criaturas más ancianas, poderosas y caprichosas de la existencia, los dragones ocasionalmente tienen citas con mortales confiados o engendran descendencia con individuos excepcionales. Del mismo modo, el gran poder ejercido por estas criaturas ha intrigado durante mucho tiempo a...

Clases de prestigio

¿Quién es este insensato que se atreve a desafiarte en la arena? Blandes tu espadón, y el saca una daga. Desenfundas tu espada larga, y el se quita la armadura. Avanzas amenazadoramente, y él se limita a sonreírte con una gran mueca maníaca. ¿Está loco? ¿Tiene deseos de morir? No, es una hoja...